Piso original del siglo XIX en uno de los elevamientos de la Rua do Bom Jesús
Actual museo en la planta baja de la sinagoga
Mikve Original
Sinagoga luego de la remodelación
Sinagoga luego de la remodelación
Sinagoga luego de la remodelación, las paredes son originales de la época de la sinagoga (siglo XVII)
Placa en la entrada de la sinagoga
En un rincón de Recife, a pocos centímetros por debajo del suelo, se ha descubierto la primera sinagoga conocida del continente americano. Con ella, vuelve a la luz la historia apasionante de los judíos en América.
La historia de los judíos en Brasil es muy antigua, más antigua aún de lo que nosotros imaginamos. Esta presencia ha sido muy importante dejando rastros históricos en las diferentes épocas coloniales -portuguesa, española y holandesa-, una importancia que no ha sido siempre valorada por los historiadores.
Hoy en día, gracias a un importante descubrimiento realizado en la ciudad nordestina de Recife, provincia de Pernambuco, podemos afirmar que los judíos ya se encontraban en Brasil mucho antes de que estas tierras pertenecieran a los portugueses.
Según los indicios históricos y las últimas investigaciones, la comunidad judía de Pernambuco se habría formado organizadamente en la primera mitad del Siglo XVII, período en el cual esta provincia se hallaba en manos del imperio holandés, y por lo tanto disfrutaba de la libertad religiosa que el mismo brindaba a sus habitantes.
Judaísmo floreciente
Durante los siete años de gobierno del holandés Joao Mauricio de Nassau -entre 1637 y 1644- la inmigración judía fue constante, estos nuevos inmigrantes judíos se unieron a los nuevos cristianos o judíos conversos que ya vivían en Recife. Esta inmigración fue altamente favorecida por los grandes contactos y relaciones comerciales que tenían los judíos sefardíes portugueses afincados en Ámsterdam con los emprendedores holandeses. Los judíos se dedicaban al comercio, exportación de azúcar y venta de esclavos africanos.
Durante estos años la Congregación Judía de Ámsterdam decidió, en 1642, enviar a uno de sus famosos rabinos a Recife, el Rabino Isaac Aboad da Fonseca -nacido en 1605 en Portugal, hijo de una familia de nuevos cristianos quien retornó al judaísmo luego de trasladarse a Ámsterdam-, a fin de ocupar el cargo en la nueva comunidad de Pernambuco, que ya contaba con 600 familias y así consolidándose finalmente. Isaac Aboad da Fonseca fundó la Congregación Kahal Zur Israel, que contaría con la primera sinagoga construida en territorio americano y cuya congregación llegaría a significar un 10% de la población total de Recife.
La presencia del rabino en la ciudad y la floreciente realidad económica y comunitaria atrajeron a más judíos a la zona, llevando a la creación de dos escuelas religiosas judías: Talmud Torá y Etz Jaim, y también de un cementerio judío ubicado fuera de la ciudad en el actual Barrio dos Coelhos.
Durante sus 13 años de presencia en Recife el Rabino Isaac Aboad da Fonseca fue la autoridad religiosa suprema de esta nueva kehilá. En 1646, luego de un intento portugués fallido de conquistar la ciudad, compuso el Rabino un himno de plegarias narrativas que describen los acontecimientos históricos, llamado Zekher Asiti le-Nifla'ot El, la primera composición judía en América aún preservada. Entre sus escrituras realizadas en este período se encuentran también un tratado de gramática hebrea: “Melekhet ha-Dikduk” - aún no publicado- y un tratado de Treinta Principios de Fe. Tras la caída de Recife en manos portuguesas el Rabino Isaac Aboad da Fonseca regresó a la ciudad de Ámsterdam donde se convirtió en un prominente líder de la comunidad local.
En 1654 el régimen holandés sobre esta parte del actual Brasil llegaría a su fin con la llegada de los nuevos conquistadores portugueses y su Inquisición. Esta Inquisición ya tenía un tribunal propio establecido en el año 1534 en la ciudad de Olinda, vecina a Recife.
Con la llegada de la Inquisición los nuevos judíos eran en algunos casos arrestados y deportados a Lisboa para ser juzgados por los Tribunales de la Inquisición. No obstante, fue sólo en 1654 y tras 20 esplendorosos años de régimen holandés donde la cultura y la arquitectura demarcaron y diseñaron la actual Recife, que un grupo de brasileños apoyados por el Reinado portugués lograron -por medio de acciones guerrilleras y la famosa batalla de los Guararapes- expulsar a los holandeses de Recife. Se trataba de la única colonia holandesa en Sudamérica, colonia en la cual estos nuevos judíos holandeses pudieron florecer y saborear la libertad que les había sido quitada en Portugal por la misma Inquisición que llegó luego a América.
La comunidad judía tuvo un período de tres meses para deshacerse de sus bienes y buscar un nuevo hogar. Parte de ellos regresaron a Europa, donde desarrollaron el comercio del azúcar en las Antillas Holandesas. Otros veintitrés miembros de esta comunidad, en cambio, emigraron accidentalmente hacia América del Norte cuando el barco que los conducía a Ámsterdam fuera atacado y sus pasajeros llevados a los puertos de la América Inglesa. Estos refugiados se afincaron en un nuevo lugar denominado Nueva Ámsterdam, donde se fundó la primera comunidad judía organizada de América del Norte, mejor conocida en nuestros días como Nueva York. Aquellos que quedaron en Brasil cayeron en manos de la Inquisición o se fueron asimilando a la sociedad gentil, sin haber dejado rastros.
Brasil quedó así en manos de los portugueses hasta el año 1822, año en el cual se fundó el Imperio de Brasil independiente, más tarde República.
Sinagoga Kahal Zur Israel, la primera Sinagoga de las Américas
Las excavaciones para encontrar esta sinagoga, uno de los más grandes tesoros de la historia judía americana, comenzaron en el mes de septiembre del año 2000 bajo la dirección de Marcos Albuquerque, arqueólogo de la Universidad Federal de Pernambuco. Para llevarlas a cabo se utilizaron mapas y viejos registros municipales. Las pistas eran pocas y poco concretas, dado que la Inquisición había hecho todo lo posible para borrar los indicios de presencia judía en la ciudad.
Los edificios donde funcionaba la sinagoga fueron donados en 1654 -con el fin del dominio holandés- a Joao Fernandes Vieria quien aproximadamente 20 años después los transferiría por medio de una escritura fechada el 14 de Octubre de 1679 a la Congregación Oratoria de San Felipe de Neri. En el año 1821, tras la extinción de esta orden, estos edificios pasaron a formar parte del patrimonio del Colegio dos Orfaos -más exactamente en 1835- y posteriormente estuvieron bajo la propiedad de la Casa de Misericordia do Recife -desde 1862-.
Estos edificios, que tenían la numeración 12 y 14 en el siglo XIX, pasaron a tener la numeración 197 y 203 en el siglo XX. En base a datos encontrados en los archivos de la Empresa de Urbanización de Recife, se pudo llegar a esta paridad en los números apoyada esta suposición en una sentencia judicial que data del año 1963 a favor de la Casa de Misericordia do Recife donde se identifican expresamente estos inmuebles.
Su ubicación actual es en el subsuelo de los números 197 y 203 de la Rua do Bom Jesus -antiguamente llamada Rua dos Judeus-.
El descubrimiento de la Sinagoga Kahal Zur Israel es considerado hoy en día por los arqueólogos como uno de los hallazgos más importantes de la región.
Durante las excavaciones los arqueólogos hallaron ocho niveles diferentes de piso dentro de estas casas donde funcionaron la sinagoga y la Mikve (baño ritual), ya que hace 300 años atrás, cuando la sinagoga funcionaba, el nivel de las calles en esa zona de la ciudad era 80 centímetros más bajo que el actual: a esa profundidad se encontró el piso original de la Sinagoga. Una gran cantidad de material arqueológico -vajillas holandesas, metales, etc.- que retratan la vida cotidiana en esas épocas fue descubierto. Otro hallazgo importante fue la localización de la margen izquierda del Río Beberibe a 1,60 metros del nivel actual del piso, lo que significaría según los arqueólogos que la calle donde se encuentra la sinagoga no existía a principios del período colonial sino que este terreno fue conquistado del río por los judíos que habitaban esta zona. También se encontraron las murallas que protegían a la ciudad 350 años atrás, murallas de 88 cm. de alto y también ubicadas a 1,60 metros del nivel del piso de las casas ubicadas en la ex Rua dos Judeus, estas murallas son parte de los cimientos de la sinagoga.
Una cavidad en forma de pozo se convirtió en el descubrimiento más importante de las excavaciones. Esta sería la Mikve, la mayor prueba de que existía allí una sinagoga. Luego de minuciosas mediciones y controles se constató que la Mikve fue efectivamente construida de acuerdo a las normas que estipula la religión para este fin. El pozo encontrado tiene una capacidad de 648 litros de agua natural, una profundidad de 1 metro 50 centímetros y se llenaba solamente hasta el nivel de 1 metro y 30 centímetros. Según los rabinos uno de los aspectos más importantes de la sinagoga y una de las necesidades básicas de cualquier comunidad judía independientemente a donde se encuentre es la Mikve, ya que allí es donde hombres y mujeres se purifican ante Dios.
La autenticidad de esta fue Mikve confirmada por un Consejo Rabínico encabezado por el Rabino David Weitman en el año 2000.
Finalmente 350 años después de la expulsión de los judíos de Pernambuco la Primera sinagoga de las Américas se encuentra nuevamente abierta, y es visitada por turistas del mundo entero que desean ver un lugar considerado como uno de los mas importantes del judaísmo en el Nuevo Mundo, un lugar donde se escribieron las páginas de las aventuras de los judíos en América.
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